Por Oscar Barrantes Rodríguez
El Papa Francisco llega a Cuba como el tercer pontífice del Vaticano pisando tierra sagrada cubana en 17 años. Un acaecimiento que llama la atención por las implicaciones políticas que se vislumbran desde las variadas perspectivas de la reflexión.
El pueblo cubano un pueblo de fe ecléctica no ortodoxa, aguijado por el dinamismo de ilustración y cultura, semillas germinando por la calidez natural de la Revolución.
El sincretismo es un motor estimulado por la nueva pedagogía, por las nuevas concepciones del mundo liberadas por el fuego revolucionario. La libertad de credo o de la negación del dogma, la religiosidad, las prácticas esotéricas, las practicas monoteístas o paganas, la religiosidad y la religiosidad popular; la trascendencia de cosmovisiones occidentales cristianas o indígenas; africanas, hinduistas, orientales, musulmanes, cristianas, judías, musulmanas; cristianas católicas romanas, ortodoxas griegas y rusas; protestantes, bíblicas o evangélicas.
Un pueblo creciendo en la educación…
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